Sin orgullo no hay democracia.
Zaragoza 20h Plaza de Aragón.
Huesca Plaza Concepción Arenal 20h. Quedada desde las 18h.
Teruel: Fuente Torán 12 h.
En 2025 vamos a enfrentar un 28 de junio, Día del Orgullo lgtbi, marcado por una fuerte amenaza hacia los derechos que tantos años nos ha costado lograr. Asistimos a nivel internacional a un ascenso de fuerzas populistas que cuestionan buena parte de los principios en los que se sustentan las libertades y valores democráticos. Este ascenso tiene su reflejo en el Estado Español. Hemos visto durante estos últimos años la consolidación de un negacionismo por parte de estas fuerzas, Partido Popular (PP) y Vox, que cuestionan los avances en la lucha por la igualdad. Recordemos el famoso recurso del PP ante el Tribunal constitucional en contra del matrimonio igualitario. Ahora, se suman los discursos que cuestionan la lucha por la igualdad de las mujeres, el cambio climático, la necesidad de hacer una revisión de la memoria democrática realizada en el último periodo o plantean la necesidad de adoptar medidas contra la inmigración. Para la derecha y la extrema derecha, los diferentes movimientos sociales aparecen en el horizonte como fuerzas sociales a abatir.
En poco tiempo hemos visto como en los colegios se cuestiona la necesidad de hablar de aspectos relacionados con temas de orientación sexual, de género o de memoria histórica. Se introduce la censura y el temor entre el profesorado y avanzan la incultura y los prejuicios irracionales. Algo parecido ocurre con la violencia de género, negada especialmente por Vox. Una vez más tendremos que recordar que nuestros derechos forman parte de los Derechos Humanos.
Para la población lgtbi, como para cualquier persona demócrata, valores como la igualdad, el respeto a las libertades democráticas, el reconocimiento de la diversidad, a nivel social, de orientación, de género, de origen étnico, son cuestiones fundamentales para poder mantener un horizonte liberador, para poder construir una sociedad donde tengan cabida todas las personas. Hoy, ese reconocimiento está bajo una grave amenaza.
Es por todo esto por lo que la celebración del Día del Orgullo lgtbi adquiere este año un significado especial. Tenemos que salir a la calle para denunciar estos primeros ataques contra nuestros colectivos y los principios democráticos. Hemos visto cómo a nivel mundial se imponen fuerzas políticas tóxicas que cuestionan las libertades, que propagan mentiras, que se niegan a reconocer los resultados electorales cuando les son adversos. Quieren implantar en nuestra sociedad esas mentiras y esos métodos.
Ante estas amenazas tenemos que movilizarnos en las calles. En ISTA creemos que este Orgullo debe de ser una movilización mayor que nunca para dar la señal de alerta ante estas amenazas. No debemos perder la alegría de nuestras movilizaciones. Orgullo es fiesta porque nos vemos y nos encontramos en las calles. No nos van a quitar nuestra alegría.
Convirtamos otra vez el 28 de junio en el Día del Orgullo de ciudadanía.
